Cuando Sarah llega al lugar que eligió para comenzar una ronda de nueve noches de tango, la noticia de que esa milonga se canceló la obliga a cambiar de planes. El imprevisto representa, en cueto modo, lo que ella busca en la música que la hace viajar desde Francia once mil kilómetros: un giro, un "traspie", un instante de magia que la lleve de su vida confortable y previsible a una especie de fugaz absoluto.