Robos, hurtos, homicidios, crímenes pasionales,defraudaciones contra el Estado, entre otros delitos, fueron parte de la vívida realidad de aquel Buenos Aires Criollo, en una naciente y embrionaria independencia, que se sumergiría en las cruentas guerras civiles, por largos años. El período estudiado, las décadas que se extienden de 1820 a 1840, fueron testigos de profundas reformas y el nacimiento de cuerpos policiales, una nueva legislación que variara en su rigurosidad en proporción al crecimiento del crimen que, vaya paradoja, tuvieron en las figuras de Bernardino Rivadavia y Juan Manuel de Rosas a los dos mayores hacedores de los cambios producidos, a pesar de encarnar los opuestos de los partidos que se enfrentarán durante décadas. En ambos casos la preocupación por combatir los delitos y velar por la seguridad ciudadana fue notoria, en muchos casos con un alto sentido de rigurosidad frente a los delincuentes, más allá de que ambas figuras representaron, políticamente, dos visiones opuestas.
Idioma | Español |
Páginas | 166 |
Medidas | 15 × 22 cm |
Tapa | Blanda, a todo color |
Interior | Blanco y negro |
Editorial | Maizal Ediciones |
ISBN | 9789878496115 |